domingo, 17 de julio de 2011

Camino de Ranakpur a Udaipur

Lo mejor se quedo en el camino, sin menospreciar el destino ni el origen, sabiendo que fue lo que fue, un lugar que se atraviesa, de paso, mas aun que cualquiera de las ciudades que estamos visitando, un viaje.

Del desierto a la montana, al verde y a lo alto, a los lagos, a las curvas con precipicios, a parar hasta que cuatro bufalos decidieran apartarse de la carretera, o hasta que mujeres vestidas de colores infinitos con rebanos de cabras se convirtieran en una hilera que nos dejara paso. Atravesar aldeas sonrientes, colores a voces, saludos al aire, gente secuestrada por la vida...

Fue un camino fresco, verde, oscuro de piel brillante, con gesto noble y lleno de vestidos coloreados trabajando la tierra.

Mercedes
 17 de Julio del 2011

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